jueves, 2 de noviembre de 2017

Las formas de medir el kilogramo, el amperio, el kelvin y el mol cambiarán a partir de 2018.

Las redefiniciones de estas unidades se basarán en relaciones con constantes fundamentales. Esto permitirá a los científicos que trabajan con el más alto nivel de precisión hacerlo de múltiples maneras, en cualquier lugar, momento y escala.

El kilogramo (unidad básica de masa) está definido por la masa que tiene un cilindro de platino-iridio con una altura y dimensión específicas. Con la nueva redefinición, el kilogramo podría medirse con la denominada balanza de Watt, un instrumento que compara la potencia mecánica con la potencia electromagnética.

El amperio (unidad de corriente eléctrica), que actualmente se define por un experimento imaginario que genera una fuerza entre dos cables infinitos, podrá redefinirse con una bomba de electrones.

Con termometría acústica se redefinirá el kelvin (unidad de temperatura), que actualmente se relaciona con la temperatura y presión a la que coexisten agua, hielo y vapor de agua en equilibrio. La técnica consiste en que la velocidad del sonido en una esfera llena de gas se puede determinar a una temperatura fija.

El mol (unidad de sustancia) se redefinirá con un dispositivo que los científicos denominan la constante de Avogadro, un instrumento que determinaría la cantidad precisa de átomos que hay en una esfera perfecta de silicio puro-28.


En mi opinión me parece un método simple e ingenioso en el que los científicos podrán trabajar con más precisión en sus investigaciones científicas.




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