La lista de materiales que pueden ser producidos por impresión 3D ha crecido incluyendo no solo plásticos sino metales, vidrios e incluso alimentos. En Cambridge, EEUU, unos investigadores están ampliando aún más esta lista, con el diseño de un sistema que puede imprimir en 3D la estructura básica de todo un edificio.
Las estructuras construidas con este sistema podrían ser producidas más deprisa y de forma más barata de lo que permiten los métodos tradicionales de construcción.
Un edificio podría asimismo ser hecho completamente a medida de las necesidades de un lugar en particular y de los deseos de su constructor.
A diferencia de los sistemas de impresión 3D típicos, este sistema de movimiento libre puede construir un objeto de cualquier tamaño y se pretende que acabe siendo autosuficiente.
Me parece una noticia muy interesante, así como un gran avance tecnológico. Aunque como ocurre en la mayoría de las nuevas tecnologías, este nuevo método de construcción conllevaría una disminución de puestos de trabajos, ya que no se necesitarían los obreros anteriormente necesitados para una construcción.
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