La kilonova,
descubrimiento del año
La revista “Science” destaca la primera observación de luz y ondas
gravitacionales de una fusión de estrellas de neutrones.
Hace 130
millones de años, dos estrellas de neutrones colisionaron en la constelación de
Hidra. El choque produjo un estallido de ondas gravitacionales que deforman a
su paso el espacio-tiempo, el material del que está hecho el universo. El
pasado 17 de agosto, el interferómetro láser del observatorio LIGO en Hanford
(EEUU), uno de los instrumentos científicos de mayor precisión del planeta,
captó las ondas gravitatorias producidas, muy debilitadas tras su largo viaje
intergaláctico. Segundos después, telescopios espaciales observaron un potente
estallido de luz justo en la dirección de Hidra.
El equipo de
LIGO ya había observado cuatro señales de ondas gravitacionales producidas por
la fusión de agujeros negros.
El despliegue
científico para observar la colisión en la galaxia permitió documentar con detalle
un evento que sólo se repite en galaxias similares a la Vía Láctea cada 10.000
años
En 2010, una
colaboración internacional, determinó los elementos producidos en la colisión y
calculó la energía que liberarían, y se usaron esos datos para reconstruir la
“curva de luz” que produciría la fusión. Los cálculos indicaban que la colisión
brillaría como 1.000 novas, por lo que le llamaron kilonova.
En mi opinión
es un gran descubrimiento de un suceso producido en el espacio logrado después
de varias décadas.
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